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Así llegaste #LittleLoreto

Así llegaste #LittleLoreto

Loreto de los Ángeles 2:18am 2/11/1016

Hoy quiero compartir con todas vosotras la llegada de #LittleLoreto y ese momento que todas tememos y que pensamos que no vamos a ser capaces de afrontar: el parto. Y es que, la pregunta por excelencia cuando has dado luz no es otra que la de:

¿Qué tal fue el parto?

Como ya sabéis, en principio el embarazo dura 40 semanas y yo salía de cuentas el 13 de noviembre, pero #LittleLoreto se adelantó y nació en la semana 38, por lo que nos pilló totalmente por sorpresa. Suerte que teníamos la bolsa del hospital preparada desde la semana 36 (ya que los médicos recomiendan tenerla hecha porque nunca se sabe lo que puede pasar y si se puede adelantar), pero la que no estaba preparada ni mentalizada era yo, ya que todavía me quedaban dos semanas para salir de cuentas.

1ª VISITA AL HOSPITAL

Todo empezó el día 1 de noviembre. Esa mañana estuve desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía con contracciones de Braxton Hicks (contracciones de útero que no duelen, simplemente el abdomen se endurece y tienes la tripa dura como una piedra). Este tipo de contracciones ya las había sentido a lo largo del embarazo, pero solían durar segundos y minutos, nunca habían superado dos horas seguidas. Y a partir de las 12:00 el abdomen volvió a su estado normal y empecé con contracciones ”dolorosas” pero muy soportables cada diez minutos, lo que hizo que fuéramos al Hospital.

Una vez allí me pusieron en monitores y los médicos dudaron si ingresarme o no porque solo estaba dilatada de 2cm y se considera que estás de parto a partir de los 3cm. Estuvieron valorando mi caso y al final decidieron darme el alta mandándome de deberes pasear, pasear y pasear… Me dijeron que volviese en el caso de que las contracciones fueran cada 3′.

2ª VISITA AL HOSPITAL

Así que nos fuimos a comer y en plena comida empezaron las contracciones cada 2-3′ (no hubo tiempo para paseo), contracciones un poco más dolorosas pero llevaderas gracias a las técnicas de respiración que aprendí en las clases preparto y gracias a Fer, que me ayudó en todo momento a sobrellevar las contracciones. No sé que hubiese hecho sin él…

Llegamos de nuevo al hospital y me dijeron que seguía dilatada de 2cm, que me fuera a casa y que tuviese paciencia porque el proceso del parto es lento y más si eres primeriza.

A LA 3ª VA LA VENCIDA

¡Nada más llegar a casa, me quise echar para dormir una siesta y en una de las contracciones rompí la bolsa! Así que cogimos la bolsa del hospital tanto de #LittleLoreto como la nuestra porque sí o sí ya había llegado el momento de la verdad y esa misma noche la pasaría en el hospital y ya no seríamos dos, ¡sino tres!

De camino a Urgencias seguí rompiendo la bolsa y además de tener contracciones cada vez más fuertes e insoportables, vomité justo antes de entrar. Los médicos me dijeron que ya estaba de 3cm y que efectivamente estaba de parto. Me ingresaron a las 19:45 de la tarde y como tenía contracciones tan seguidas e intensas me llevaron directamente a la sala de dilatación. Allí volví a vomitar (tranquilas, dicen que es muy normal por el esfuerzo, dolor y cansancio) y dilaté hasta los 5-6cm.

LA DILATACIÓN

En esta fase de dilatación, no sé qué hubiese hecho sin la ayuda de Fer (él fue el único que estuvo a mi lado todo el tiempo, ya que es el que mejor me conoce y sabe qué necesito solo con mirarme) porque el dolor cada vez era más intenso y era imposible pensar en las técnicas de respiración. Sientes un dolor tan fuerte y tan agudo que te recoge toda la zona del abdomen y los riñones (nada parecido a un retortijón ni a un dolor de regla fuerte), que lo único que deseas es que te inyecten la epidural. Recuerdo que la matrona me dijo que las contracciones no daban tregua, que no había acabado una y ya estaba empezando la siguiente…

Y #LITTLELORETO LLEGÓ

En el paritorio me dejaron en torno a las 22:30 de la noche y hasta las 23:30 no llegó el anestesista. Me inyectaron la epidural en un abrir y cerrar de ojos y a los 10 minutos el dolor empezó a cesar. Me suministraron poca dosis porque en ningún momento dejé de sentir las piernas (solo sentía una especie de hormigueo), lo suficiente para no sentir el dolor.

Os prometo que no era para nada consciente de todo lo que estaba pasando, todo iba demasiado rápido… ¡Y no me podía creer que esa misma noche tendría a nuestra niña en brazos!

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Terminé de dilatar los 10cm y enseguida empezamos con los pujos (en esta última fase me empezó a subir la fiebre y tenía muchos temblores, algo muy normal en los partos parece ser debido a la pérdida de sangre y al gran esfuerzo que se hace…) hasta que nació #LittleLoreto. Cuando la matrona sacó a nuestra niña sentí una sensación de presión y vacío en el abdomen y cuando alcé la vista, nuestro bebé ya estaba con nosotros.

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No os puedo explicar con palabras lo que se siente en ese momento, es increíble, espectacular, maravilloso… Y es que después de nueve meses de espera, por fin había llegado el momento de verle la carita, de abrazarla, de sentirla y de besarla.

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Y qué queréis que os diga, desde entonces, nos ha cambiado la vida a mejor. No paramos de mirarla y de comérnosla a besos. Es lo mejor que nos ha podido pasar y lo mejor, es que es super buena, solo duerme y come (puede dormir 20-22 horas diarias, no exagero). Aunque también es verdad que solo tiene 27 días… No sé si será lo normal, pero lo que sí sé es que la queremos todos con LOCURA.

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Ya os contaré en otra ocasión cómo son los primeros días y semanas con un bebé, pero ya os adelanto que #LittleLoreto es todo un ángel. Muchos besos y gracias a todos por vuestras felicitaciones y por tanto cariño. ¡Os estamos muy agradecidos!

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