Una cosa tuve clara desde el principio y era que quería los zapatos del gran día en color morados. Tengo que reconoceros que fue lo primero de todo en lo que pensé. Aún no sabía qué estilo quería darle al vestido pero los zapatos tenían que ser morados.
No me preguntéis por qué (soy muy cabezota y cuando se me mete una idea en la cabeza, ya no hay quien me la quite), pero desde hace tiempo tengo debilidad por él y se ha convertido en uno de mis colores favoritos junto al blanco y al menta. Y la combinación de estas tres me parece maravillosa. (¿Tendrá mi vestido algún detalle en color verde agua? Pregunta que dejo caer…)
Al principio iban a tratarse de los stilettos morados de Manolo Blahnik, pero se agotaron a los cuatro meses de la boda después de que dos amigas mías removieran cielo y tierra para conseguirlos. Así que, enseguida me puse a buscar otra alternativa y me topé con este stiletto color berenjena de Molé Molé. Un diseño que me pareció aún más especial por su detalle de talón en piel de pitón.
Sin duda, uno de los mejores regalos que pudieron hacerme estas dos amigas mías. ¿Recordáis la despedida de soltera que me celebraron en Sevilla el pasado mes de febrero? Pues sí, son ellas, Johanna y Alba las que tuvieron el precioso detalle de regalarme los zapatos de mi boda. Unos zapatos que desde ese día se han convertido en mis favoritos.Y ahora cada vez que me los pongo me traen infinidad de recuerdos bonitos. Chicas, una vez más, ¡gracias, gracias y gracias!
Por supuesto, no iba a aguantar toda la ceremonia con ellos puestos, (sufría solo de pensarlo) así que me puse a buscar como una posesa unas cuñas altas, bonitas y bien de precio. Me recorrí todas las tiendas de Castañer y todos los establecimientos de El Corte inglés de Madrid pero nada, no encontraba nada que me gustase o se acercara al modelo que tenía en la cabeza. Hasta que de repente me acordé de ellas, de
Miss Espartinas, esa firma de alpargatería que ofrece diseños espectaculares.
Seguramente os suene la marca porque ya os hablé de ellas en uno de mis post del viaje de novios. Podéis recordar la entrada
aquí.
Estaba dudando entre dos de sus diseños: el modelo Cristina y el modelo Beatriz, pero finalmente me decanté por el primero porque me enamoró la idea de atarme al tobillo su gran lazada blanca. Y porque no disponía de tiempo suficiente, sino me hubiese diseñado yo personalmente mis propias cuñas. Así que, si os casáis el año que viene y queréis diseñaros vuestras alpargatas de boda, ya sabéis cuál es mi recomendación. 😉

Y por último el ramo de novia. Un ramo que quería que fuese de flores preservadas y artificiales para poder conservarlo toda la vida (ahora mismo se encuentra en mi mesilla de nuestro dormitorio e irá rotando de localización según se me vaya antojando).
Una amiga mía que se casó ya hace un año y medio recurrió a Begoña de
Begonia’s y quedó tan satisfecha con su trabajo que enseguida me la recomendó.
Yo tenía claro que quería que llevase el tono de los zapatos y jugase con otros tonos similares: color buganvilla, malva, rosa empolvado, blanco, verde y un pequeño toque de amarillo para darle luz y alegría. Y este fue el excelente resultado de la composición que me creó Begoña. ¡Espero que os guste!



Y esto ha sido todo en cuanto al ramo de novia y los zapatos de la boda. ¡Siento el rollo que os he metido pero echaba de menos escribir para vosotros!
Os mando muchos besos y espero que estéis pasando unas buenas navidades.
4 Comentarios
Me encantan esos zapatos color berenjena y los tonos morados en general, tambien la idea del ramo de flores preservadas, para hacer eterno el recuerdo, gracias por tu articulo
Menudas fotones!!! tdo precioso!!
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