Siempre soñé cómo sería celebrar una boda en la playa y gracias a los novios de hoy, he podido imaginármela tal cómo había soñado.
A la novia ya os la he presentado. Su nombre es Tita y ya nos dejó a todas maravilladas y boquiabiertas con su arte y con su vestido de novia de capa y capucha azul de terciopelo. Y el novio fue el que se encargó de que la velada fuera algo diferente, única y especial gracias a su sangre italiana.
La Iglesia
Guido y Tita se casaron la primavera pasada, un 23 de abril, y el lugar escogido fue Cabo de Palos.
La ceremonia fue en la Basílica de la Caridad, patrona de Cartagena. Una iglesia muy especial y significativa para la novia, ya que fue ahí donde sus abuelos también se dieron el ‘Sí quiero’.
La mitad de la ceremonia se celebró en español y la otra mitad en italiano. La misa debió ser de lo más emotiva, ya que contaron con el famoso grupo Toccata e Fuga que entonaron con un violín eléctrico, piano y oboe todas las piezas musicales que la novia había pedido; bandas sonoras de sus películas favoritas: Ove theme de Romeo y Julieta, La Mision, Pearl Harbour, Ghost y La vida es bella. ¡Debió de ser precioso y espectacular! Por no mencionar el momento del consentimiento, que parece ser que fue de lo más escalofriante al sonar las piezas de Mio Babbino Caro y Nessum Dorma. Solo de imaginármelo se me ponen los pelos de punta… ¡Qué maravilla!
Una tradición italiana en las bodas, es que tanto el novio como el padrino, hermanos y testigos, lleven una flor blanca en la solapa.
Los novios se trasladaron en todo momento en una precioso coche de época de color crema y marrón oscuro.
El Convite
La celebración fue en el Parador del mar Menor, famoso por sus increíbles atardeceres. Allí un Saxofonista de lo más profesional y simpático se encargó de poner música de fondo y ambientar el cocktail moviéndose por toda la terraza del restaurante. Una opción musical de lo más elegante y sofisticada, ¿no creéis? A mí personalmente me fascina.
Los Novios
Una vez más, el equipo de click10 ha hecho un trabajo extraordinario y solo hay que ver estos fotones de los novios al atardecer a orillas del Mar Menor.
Detalles Deco
De la decoración se encargó la familia de la novia; la madre de Tita hizo con sus maravillosas acuarelas todos los meseros, carteles, misal, etc. ¡Ya sabemos de quién ha heredado Tita su vena artística!
De la decoración de las mesas y de toda la decoración de ambiente se encargaron Tita, su madre y su tía, pero contaron también con la ayuda de dos caballeros, de su hermano Cristóbal y de su prometido, actual marido.
Botecitos con paniculata rosa colgados en la recena, barquitos marcados con las iniciales de los novios, conchas, estrellas, faro, luces de berbena (cómo me gustan), arena de playa, carrito de palomitas y algodón de azúcar para los paladres más dulces. Un ambiente super fresco y marinero, llenos de puntos de luz, tal y como quería Tita.
El Baile
Como no podía ser menos, los novios reemplazaron el clásico vals por un atrevido tango. Una sorpresa que quiso tener Tita con su adorable padre, ya que es un fanático del tango. Además, él mismo le prometió en su día que en la boda de su hija se marcaría un tango con ella.
Tita y Guido estuvieron ensayando meses antes y en medio del postre sorprendieron a todos sus invitados bailando “Por una cabeza” de Carlos Gardel.
Y después, para abrir el baile, Tita bailó otro tango con su padre.
Una imagen vale más que mil palabras y en la cara de los novios y en la de todos los invitados, se percibe una felicidad inmensa. ¡Una felicidad de lo más contagiosa! Por eso me gustan tanto las bodas, porque me encanta ver y sentir ese amor incondicional que se respira por todas partes.
Gracias Tita y Guido una vez más por querer compartir con todos los lectores de Made in Style este día tan especial. Aunque estoy segura de que habrá muchos más. 😉
Fotografías de click10
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